A continuación compartimos nuestra línea doctrinal, esto es lo que enseñamos en Christ Fellowship Costa Rica
1. Las Escrituras
Creemos que los 66 libros que componen el Antiguo y Nuevo Testamento son el canon completo de las Sagradas Escrituras, siendo la completa y final revelación. Creemos en la inspiración verbal y plenaria del Antiguo y Nuevo Testamento, en su infalibilidad e inerrancia en los escritos originales. Creemos en su interpretación histórico-gramatical. Creemos en que la Biblia es la única norma de fe y vida para el hijo de Dios constituyéndose en su autoridad suprema. II Ti. 3:16; II Pe. 1:21; Mt. 5:18; Gá. 3:16; I Co. 2:13.
2. Dios
Creemos en un solo Dios existente eternamente en tres personas Padre, Hijo y Espíritu Santo; iguales en esencia, atributos y perfección divina. Creemos que es el Creador y Sustentador de todas las cosas, visible e invisibles. Is. 40:12-14; 44:6, 8; 45:5, 6; Sal. 104:24; Dt. 4:25, 39; 6:4; Sal. 86:1, 10.
3. La Persona de Jesucristo
Creemos en la deidad de Jesucristo, el Mesías prometido; en cuanto a su humanidad, concebido por el Espíritu Santo, nacido de la virgen María, siendo verdaderamente Dios y verdaderamente hombre. Creemos en su vida sin pecado. Is. 7:14; Mt. 2:1; Mq. 5:2; Sal. 16:10; Hch. 2:31; Jn. 3:16; Mt. 3:17; Col. 2:3; II Co. 5:21; He. 4:15, 16; I Pe. 2:20-22; I Jn. 3:5.
4. La Obra de Jesucristo
Creemos que la muerte de Cristo en la cruz fue un sacrificio vicario y expiatorio para todo el mundo, creemos que su muerte en la cruz derramando su sangre es la provisión para la redención por el pecado del hombre. Creemos que Jesucristo es el único que provee de salvación a la humanidad, y que es el Salvador de todos aquellos que creyeron en él y le recibieron. Creemos en su resurrección corporal, su exaltación al Padre, en su ministerio actual de único mediador entre Dios y los hombres; y en su retorno físico, inminente y premilenial para establecer su reino terrenal por mil años. Is. 53:6: Jn. 10:17, 18; 14:6; 20:20; Lv. 5:14-16; I Pe. 2:24; He. 7:25; 9:5-7; 11-14; 24-28; I Ti. 2:5; Ef. 1:22; I Jn. 2:1; Ro. 8:34; Hch. 1:11.
5. El Espíritu Santo
Creemos en la deidad del Espíritu Santo, que es la tercera persona de la Trinidad, que estaba juntamente con el Padre en la creación del Mundo, inspirador de las Sagradas Escrituras. Creemos que su ministerio hoy día es de convencer al mundo de pecado, justicia y juicio. Creemos que sella y bautiza al creyente en el mismo momento de creer en Jesucristo, y desde ese instante pasa a morar en el creyente ejerciendo su ministerio de Consolador. Hace una obra en el creyente de regeneración, iluminación y santificación. Guía, enseña, llena al creyente para un servicio a Dios en obediencia. He. 10:29; Mt. 3:11; Jn. 14:17; Ro. 8:2; Mt. 3:16; II Co. 3:3; Ef. 4:4; I Jn. 2:20; I Co. 2:10, 11; Sal. 139:7-10; Lc. 1:35; Ro. 8:9; I Co. 6:19, 20; Jn. 7:37-39; I Co. 12:13; Ef. 4:5; Ro. 8:14; Gá. 5:16, 18, 25; Jn. 14:26; Ef. 5:18; Ro. 6:16; Jn. 16:7-11.
6. El Hombre
Creemos que el hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza, que no es un fruto de la evolución. Por su desobediencia introdujo el pecado a toda la humanidad heredándole una naturaleza pecaminosa a cada ser humano. Creemos en la depravación total del hombre, en su muerte física y espiritual como consecuencia del pecado y que está espiritualmente separado de Dios. Gé. 1:26, 27; 2:7, 22; 3:19; Sal. 51:5; Ro. 3: 23; 5:12; 6:23; Ef. 2:1-5.
7. La Salvación
Creemos que el hombre no puede hacer absolutamente nada para obtener su salvación más que poner su fe en la persona de Jesucristo que el único que otorga salvación. Es un don y gracia de Dios. Creemos que la fe salvadora es poner la confianza en la obra expiatoria de Jesucristo en la cruz del Calvario. Aquel que cree nace de nuevo, es constituido hijo de Dios, el Espíritu Santo pasa a morar en él para iluminarle, guiarle y capacitarle en su nueva vida en Cristo. Creemos que aquel que ejerce esta fe es salvo para siempre, que bajo ningún concepto, obra o pensamiento puede perder su salvación. Ro. 3:9, 10, 19; Gá. 3:6-12; Ef. 2:3; Jn. 3:3-7, 36; Ef. 2:1, 10; 4:24; II Co. 5:17; Gá. 2:20; Col. 3:10; II Pe. 1:4; Jn. 1:12; Gá. 4:4-6; Ap. 19:7; Ro. 8:9; I Co. 6:19, 20; Jn. 5:24; 10:25-29; Ro. 8:28-39.
8. Satanás
Creemos que Satanás es un ángel creado por Dios, que pecó contra él y se constituyó en enemigo de Dios y de los creyentes. Que fue vencido por Cristo en la cruz y que su destino final será el infierno. Col. 1:16; Ez. 28:15-17; Is. 14:12-17; Mt. 13:39; Ap. 12:10; Jn. 12:31; Ap. 20:10.
9. Los Ángeles
Creemos que fueron creados por Dios en un período pre-adámico y que son espíritus administradores de la gracia de Dios. Creemos que algunos de ellos desobedecieron a Dios y que hoy les conocemos como demonios. Col. 1:16; He. 12:22; Ap. 5:11; Sal. 148:2; II Pe. 2:4; Mt. 25:41; Jud. 6; He. 1:14; Mt. 1:20; Jn. 20:12; Hch. 12:8-11.
10. La Iglesia
Creemos en la iglesia universal integrada por todos aquellos que han confiado y recibido a Cristo como su Salvador personal en todo tiempo y lugar desde Pentecostés (en Hch. 2) a la fecha. Creemos en la iglesia local como la figura visible de esa iglesia universal circunscrita a un área geográfica. Ef. 2:14-18; 3:5, 6; I Co. 1:2; Gá. 1:2; Fil. 1:1; Hch. 2:41; Col. 1:18; Mt. 16:18; Ef. 3:10.
11. Dones Espirituales
Creemos que Dios de manera soberana otorga dones espirituales a todo creyente desde el momento en que cree en Cristo. Cada creyente es responsable por llegar a conocer cuáles son esos dones con que el Espíritu Santo le ha capacitado para desarrollarlos y ponerlos al servicio y edificación del Cuerpo de Cristo. Creemos que hay dones que estaban reservados únicamente para la iglesia primitiva, tuvieron un propósito en el inicio de la iglesia primitiva, ese propósito ya se cumplió y no pertenecen a la era presente de la iglesia; nos referimos a los dones conocidos como espectaculares, como por ejemplo: lenguas, interpretación de lenguas, sanidad, milagros, entre otros. I Co. 12:7, 11, 13, 26, 27; 13:8, 10; Ef. 4:12-14; Ro. 12:1, 2, 6-8
12. Bautismo
Creemos en el bautismo por inmersión como único modelo. Creemos en el bautismo como un paso de obediencia, como un testimonio público que el creyente tiene en la persona de Jesucristo. No creemos que sea un requisito para la salvación de los hombres. Creemos en el bautismo como la identificación que el creyente hace con Cristo en la muerte y resurrección de nuestro Señor. Mt. 28:19; Mr. 1:9, 10; 16:16; Col. 2:12; Ro. 6:4; Ef. 214-18.
13. Cena del Señor
Creemos en la cena del Señor como la práctica que dejó el Señor hasta que él venga. Creemos que en ésta práctica deben estar presentes el pan y el fruto de la vid como símbolos del cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo. Hch. 2:42; Lc. 22:18, 19; I Co. 10:16, 21; 11:20, 24-26; Mr. 14:25.
14. Ecumenismo
Creemos que debemos guardar la unidad de la fe y cuidar celosamente la sana doctrina, por ello no vamos aceptar que doctrinas fundamentales de la Escritura como la deidad de Cristo, la salvación por gracia en los méritos de Cristo, la autoridad de la Biblia, su inspiración sean rebajadas, acomodadas, relegadas en pos de ningún fin cristiano supuestamente superior. Consideramos que el mínimo cambio es una adulteración de la doctrina bíblica, por ende no tendremos comunión. Ro. 16:17; II Ti. 3:5; 4:3-5.
15. Eventos Futuros
Creemos en el arrebatamiento pre-tribulacional de la iglesia del Señor y en la Segunda Venida de Cristo. La venida del Señor en las nubes es para arrebatar a su Iglesia; es inminente, personal y corporal. Creemos en la tribulación pre-milenial como un período de 7 años en que Dios juzgará al mundo. Creemos en el retorno visible de Cristo al mundo con sus santos hasta el final de la tribulación para establecer su reino milenial sobre la tierra. Creemos en la resurrección de los muertos, de justo e injustos. Los primeros para la bendición eterna de ser salvos en la gloria. Los segundos para la condenación eterna y consciente en el infierno. Da. 9:27: Ap. 6:1-19:21; Mt. 24:15- 21: Dt. 30:1-10; Is. 11:9; Ez. 37:21-28; Hch. 15:16, 17; Ro. 8:19-23; Lc. 16:19-26; II Co. 5:8; Fil. 1:23; Ap. 20:11-15.
16. Santificación
Creemos que toda persona que está en Cristo está llamada a una vida de separación con respecto al pecado. Si bien es cierto que no se ha erradicado el pecado del creyente sí tiene la provisión en el control y la llenura del Espíritu Santo para tener una vida santa conforme a los principios bíblicos y alejados de cualquier tipo de práctica o alianza mundana y pecaminosa. I Co. 1:2; Ro. 6:6, 11-13; Gá. 5:16; Ef. 1:7; 4:30; I Ts. 5:23; I Jn. 3:2.